Año nuevo, Cadáver nuevo.



En la solitaria esquina de un lúgubre y oscuro bar, la sombra de Personaje tomó conciencia de sí misma y se reveló. Levantó el tarro de cerveza, lo azotó en la cabeza del personaje y se escabulló entre la confusión de pies y sombras posterior al asesinato. Nadie notaría la falta de sombra de Personaje, pero a muchos les pareció que ese era el muerto más muerto que habían visto. La Sombra miró toda la escena a la sombra de un farol. Se sintió libre y pensó…
Querido lector, le ruego continúe con la historia y agregue su contribución como un comentario. Ya verá que es divertido.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

La última caricia.

- Frodo es el villano, ya la viste, ¿no?
No, no la he visto. Lo sabe y sabe que me enfurece que me trate como estúpida. Me dejé apantallar por su oficio y la biblioteca familiar pero al final es, como dice mi madre, un “misógino light”, no importa cuántos títulos tenga su mujercita, no puede imaginar que haya leído la novela antes de ver la película. Sin embargo no debería quejarme, es exactamente el tipo de hombre que buscaba, es guionista, es culto, simpático, creativo, está buenísimo y te hace reír todo el tiempo. Y, como es guionista, debo comprender su impulsivo e incontrolable genio creativo... ¡O tolerar su maldita manía de andar inventando finales a todas las películas, cuentos, novelas, historias y personas que se cruzan en su camino!
- No, no la he visto, gracias por contarme el final.
Y además ríe. Es tan simpático y tan ingenioso que no puede evitar reír de sus propios chistes, con esa carcajada “seductora” y estridente que nos convierte en el centro de atención del lugar. Esa misma carcajada que me embrujó hace un par de años y que hoy se vuelve insoportable. Pero es guionista y es guapo y conoce a la mitad de los asistentes a la exposición y no hay que descuidar las relaciones públicas, así que río también.
- Eres un tonto, ja, ja. Siempre logras engañarme.
Espero que haya sonado menos falso de lo que me pareció, tampoco es idiota. ¡Ay, no! Ahí vienen, el club de fans de sus ojos verdes y sus chistes malos ¡Qué pereza! Voy a tener que poner cara de novia y marcar territorio para que nadie se sienta ofendido. Porque, como todos sabemos, el papel de esposa incluye celar al semental para mantener elevado su ego, ahuyentar a las zorritas coquetas para no quitarle sabor a su juego –única razón de su existencia- y hacer evidente ante los demás que la Reina soy yo... ¡cómo si me importara! ¡Que se lo queden y se metan a su cama y a su vida y me dejen en paz!...
- Hooola, ojos hermosos. Qué gusto verte, bueno, verlos por aquí. Ustedes dos son de esas parejas que le dan a uno esperanza sobre la existencia del amor, tu collarcito está de lo más coqueto, me encantan tus adornitos autóctonos, te dan ese aire de tradición y buen gusto al mismo tiempo, ¿no?...
Blá, blá blá,... no tengo que describir la escena, ¿no? Supongo que todos conocen las miradas, los comentarios ácidos, los besos al aire, el absurdo jueguito de las relaciones sociales donde gana el que destruyó más gente, sin romper nunca las múltiples reglas, para coronarse con una palma de oro y declarar que no le importa pero, por supuesto, declararlo en todos los lugares donde se pare.
- ¡Uy! Llegó Diego y quiero hacerle una propuesta... pero no la que se imaginan, ¡ja, ja, ja! En fin, no me despido. Ojos hermosos, espero verte por la mañana, la reunión en el Consejo comienza a las diez en punto. No me vayas a dejar plantada, eh, me romperías el corazón...
¿Ojos hermosos? Por qué no lo llama por su nombre, Imbécil es un bonito nombre y hasta un poco exótico. A mí no me molestaría.
- ¡Mierda! Lo había olvidado, antes de Año Nuevo, la zorra mayor me pidió unos textos para comenzar a promocionarme y, como no hice nada durante el viaje, cuando regresamos le di lo que tenía para cubrir el requisito. Pero la verdad es que ninguno me gustaba.
Mi adolescente marido haciendo gala de su inmadurez, una vez más.
- Deberías darle el guión de “Rodin”. A mí me gusta la historia.
- Por eso me preocupo, le di ése, el de “Violetas” y el de “Los ángeles García”, malísimos todos. Y por supuesto que te gusta la historia, si la escultura perdida eres tú, mi querida megalómana.
- Y el conflictuaaado artista incomprendido de la historia es tu alter ego, así que no me jodas. De todos modos fue nada más para cumplir un requisito, ¿no?. Tonto.
Imbécil.
- Me pones cachondo cuando te enojas y se erectan los pezones de tus tetas de museo... mmh! Voy a saludar al pesado de Alejandro y nos vamos a casa a sudar deseo... ¡mon bijou!
¿Lo culterano le quita lo patán? No, definitivamente no. Pero cualquier lugar será mejor que el festín carroñero de “nuestras amistades”. Al menos la secuencia que sigue ya la conozco: cachondeo adolescente frente al taxista, guarradas en francés hasta la puerta del departamento, vodka tonic, “Orquídea salvaje remembrance”... y a dormir. Guión de noche especial.

Amanecí otra vez. Entre sus brazos, sus ronquidos y sus matutinas manifestaciones físicas de humanidad. Gracias a dios por la regadera y el cepillo de dientes.
- Bon jour, mon petite. Abandono tu regazo porque tengo que correr a ver a la zorra mayor. Llevo otro guión a ver si puedo corregir la mala impresión.
- Si no te presentas les vas a caer mejor. Buenos días, corazón.
- Simpática. Por cierto, deberías aprovechar tu mañana libre para depilarte las piernas. Chau, chau.
Tiene razón, debería aprovechar mi mañana libre... ¡Para cambiar la cerradura y aventar su ropa y su colección de máquinas-vejestorio por la ventana! Necesito hablar con alguien. Voy a invitar a comer a mi madre, es la única persona a la que le importo yo más que el estatus de mi marido, es la única que dijo “¿Estás segura?” cuando le anuncié mi boda. ¿Por qué me casé? Se supone que vivíamos en unión libre por eso, para que fuéramos libres de irnos cuando quisiéramos, sin explicaciones con nadie más que a nosotros mismos. Pero no, casarse está de moda, ser joven y feliz está de moda, estar casados, jóvenes, felices y con hijos está de moda. Ay, anhelo la marginalidad... ni esposa ni joven ni madre feliz, me importan un carajo su imagen pública, sus tías rancias con apellido de teatro, el edipo de su hermano pinta-bolitas de Nueva York y la “envidia de mis amigas”. Quiero cambiarme el nombre, perder el estilo y emborracharme dos años seguidos antes de empezar a drogarme con mi amante número cien en la alfombra desteñida de un hotel de mala muerte, esperando que salga el próximo barco a la chingada. Pero no será hoy porque ayer me tragué el cuento de hasta que la muerte nos separe y, ni modo, tendré que divorciarme antes de convertirme en Lady Burroughs.
Por lo pronto, desayuno macrobiótico de café con leche y tabaquito ¡Nada mejor para empezar el día! ...y el teléfono, claro, que no tiene nada mejor que hacer que sonar a las nueve de la mañana en mi día libre.
- Bueno... si, ella habla... sí, es mi esposo... dónde... no, voy para allá.

No lo soporto. No tolero que me duelas tanto como te desprecio, que me obligues a aceptar que te tengo cariño a pesar de lo mal que me caes. Eres tan encabronadamente guapo que hasta muerto me sigues gustando. Retratas perfecto para escena final de “Crash”.
- Pobrecita, está en “shock”, no ha derramado una sola lágrima pero no se despega de su lado y yo, ¡ay, yo no puedo dejar de llorarlo!
Patéticas. Tus fans dramatizan para sentar precedente de su amorío en caso de que a alguien se le ocurra escribir la biografía de tus fracasos. Pero este final lo escribo yo, aún no decido si prenderte fuego o, mejor aún, abrir tu bragueta, lamer tu pene en “rigor mortis” y desaparecer de la fiesta...
- ¡Querida, déjame abrazarte, no sabes cuánto lo siento!
¡Ay, dios! ¿Por qué no me apuré? La zorra mayor y su director favorito me quieren abrazar.
- ¿Cómo estás? Seguro que no has comido nada. Tienes que ser fuerte ¿entiendes? Por ti, por él, por el gran amor que se tenían.
Sí, claro, por eso. Alcohol y cigarro. Voy por un tequila.
- Voy por un tequila.
- Vamos contigo, preciosa ¿Conoces a Alejandro?
Llevo tres tequilas y todavía no entiendo de qué hablan. Este “Alex” nunca me había dirigido la palabra y ahora me tiene mareada con sus elogios a mi difunto y todo el blá, blá sobre el amor y lo sublime. Lo he decidido, un par de tragos más y acudiré a mi cita con tu bragueta. La zorra mayor no deja hablar, qué aguante.
- El punto, querida, y la razón por la que llegamos tan tarde, es que el Comité calificador terminó de sesionar hace una hora y creímos, Ale y yo, que sería importante que conocieras el resultado.
Mi tequila está adulterado o esta mujer anda en drogas. ¿Te metiste al concurso de “los ojos más bonitos”?
- No entiendo.
- Lo siento, hermosa, mejor que Ale te explique.
A ver, Ale-me-ando-tirando-a-la-zorra-mayor, habla.
- El Comité eligió un guión de tu esposo, “Rodin”, para la próxima coproducción del Instituto y la Guarner. Yo me he ofrecido a dirigirla –si tú no tienes inconveniente, claro- y me dicen que tú participaste en la creación del guión, así que para nosotros sería un honor que trabajaras con el equipo de dirección del film.
Sí, no pienso, sólo parpadeo.
- Querida mía, es maravilloso, es, como dice Ale, un poema. La decisión del jurado es la última caricia de tu esposo a su amada. Debes pensar, en medio de tu dolor, que eres sumamente afortunada de haber vivido un amor tan puro y pasional como el que tuvieron, el que tienen... ¿lo entiendes? Es tan conmovedor que casi me das envidia, preciosa. Sé que él estaría feliz con la noticia.
¿Él? Claro, moriría de gusto.
- De hecho, queríamos sugerirte cambiar el nombre de “Rodin” por “La última caricia”. Por experiencia te puedo decir que un guión tan profundo y complejo como el de tu esposo, puede tener éxito comercial si el título de la película es suficientemente llamativo, ¿me entiendes?
No es cierto, que alguien me diga que no es cierto ¿me estoy riendo?
- Yo, no sé qué decir... ¿La última caricia? Nno sé. Dame un par de días, ¿quieres?...¿puedes?
- Ay, claro que sí, linda. Tómate el tiempo que necesites pero recuerda que la primera reunión con la productora es la próxima semana y nos gustaría ultimar algunos detalles legales...
- ¡Déjala en paz, mujer! No te preocupes, entendemos tu luto y lo respetamos. Nosotros comenzaremos el trabajo y cuando estés lista nos llamas. De verdad sería un honor para mí trabajar con quien inspiró tan hermosa pieza.
- Gracias... “Ale”. Yo, quisiera... ¿me disculpan un momento? Necesito un poco de aire.
¡Dios! No puedo reír frente a ellos. ¡Carajo! de Lady Burroughs a Lady Lennon. ¡Ja, ja, ja! Está bien, ojos hermosos, el final es tuyo pero la plata es mía. ¡Salud!

Anónimo dijo...

los pies eran lo de menos sino la respiración (desde pequeño tuvo un problema en la garganta, una especie de ronquido) todo el odio contenido se convertía en adrenalina.... hubo un tipo que se lo topó y le dijo: -Ey, amigo, a dónde con tanta prisa? Cómo se llama?
- Me llamo Anónimo y me esperan en mi casa.
además qué, ni que yo fuera aqué o qué, sólo porque así una pero no, a fuerza usté que se cree muy muy nomás porque sí así, pero no!!! yo tengo derechos, o cree que soy idiota así nomás a lo pendejo cuando justo justo en su mano se encajó un vidrio de esos que nomás lo están acechando a uno: -Mierda, ya me cargó la chingada.

Anónimo dijo...

la carnala como que se pasó de tueste, mucha mucha y a la mero hora ni madres, que le bajé de creatividá, si es que la hay